Cosas que hacemos mal al volver del gimnasio
- Miguel Angel Torres Blanco
- 5 ene 2017
- 4 Min. de lectura

Fuente, Pág web, mejor con salud..
Muchas veces, al volver del gimnasio, procuramos no comer o beber en exceso para no deshacer el trabajo realizado. Es un error, ya que nuestro organismo necesita reponer fuerzas.
¿Eres de aquellos que, apenas regresa a casa después de hacer deporte, se tumba en el sofá durante horas? ¿O quizás sueles abrir la nevera o alacena y comer lo que encuentras?
Estas son solo dos de las cosas que hacemos mal al volver del gimnasio. ¿Quieres conocer las demás? Entonces lee este artículo.
¿Qué evitar al regresar del gimnasio?
Se habla mucho en relación a nuestras actitudes o hábitos antes y durante el ejercicio. Pero ¿qué sucede cuando la rutina termina y regresamos a casa?
Muchos cometen errores sin saber que estos pueden interferir en la recuperación o en la obtención de los resultados esperados.
Quizás por alguna de estas equivocaciones frecuentes no estés consiguiendo bajar de peso o tener más músculos:
1. Tumbarse en el sillón (o en la cama)
Sin duda, una tentación apenas llegamos a casa después de entrenar es arrojarnos sobre cualquier superficie mullida y cómoda.
Nuestras piernas o brazos no pueden más y pensamos que el sillón o la cama serán el paraíso.
No obstante, el cuerpo precisa continuar “en movimiento”, aunque sea de baja intensidad.
Eso no significa que tengas que hacer una nueva serie de abdominales o ir al parque y trotar pero, al menos, ordenar, cocinar, limpiar o sacar al perro.
Otra buena idea es recibir un buen masaje para que los músculos se vayan relajando de a poco.
2. Consumir solo bebidas deportivas
Nos hemos puesto en el papel de atleta y a todos lados llevamos nuestra botella de bebida isotónica (esa que tiene colores extraños).
Si bien son una buena manera de hidratarnos antes, durante y después del ejercicio, no es necesario que se convierta en lo único que ingerimos.
A menos que el entrenamiento haya sido demasiado intenso, la temperatura supere los 35 °C o la rutina sea más extensa que una hora, el cuerpo no ha perdido tantos electrolitos como para recuperarlos con estas bebidas “deportivas”.
En su lugar elige agua.
3. Salir de la academia sin estirar
No importa si llevas prisa o si te aburre estirar al terminar el entrenamiento. ¡Debes hacerlo igual! ¿Sabías que la mayor parte del dolor que experimentas en las horas posteriores al ejercicio se deben a no elongar bien o lo suficiente?
Estos movimientos de estiramiento de los músculos forman parte de la rutina y tienen muchos beneficios.
Por ejemplo, favorecen la circulación, reducen el cansancio y sirven como relajante muscular. ¡Y evitan las tan famosas “contracturas” posejercicio!
Por lo tanto, tómate los últimos 5 o 10 minutos en el gimnasio para estirar como corresponde.
4. No recuperarse
Los extremos nunca son buenos. Así como desaconsejamos quedarnos tumbados en el sofá tras el ejercicio, también decimos que no permitir al cuerpo que descanse es contraproducente.
Cuando queremos perder peso o tener músculos firmes cometemos el error de ir todos los días al gimnasio.
¡Pero el organismo necesita descansar! Si tienes tiempo para el deporte a diario, puedes, por ejemplo, hacer una rutina más exigente lunes, miércoles y viernes y algunos ejercicios más relajados los martes, jueves y sábados.
El domingo deja que tu cuerpo descanse. Verás mejores resultados de esta manera que yendo a entrenar 6 veces a la semana.
5. Evitar comer o beber
Un pensamiento habitual es: ¿cómo voy a comer si acabo de regresar del gimnasio? ¿para eso me he esforzado tanto?
La alimentación es fundamental para recuperar los nutrientes que hemos perdido durante el entrenamiento.
Por ejemplo, debemos consumir proteínas en las dos horas posteriores a la rutina para poder estimular la síntesis proteica. De esta manera los músculos tendrán combustible suficiente y no te sentirás tan cansado.
Por su parte, el agua es fundamental para evitar que los músculos y las articulaciones se lesionen.
Cuando están deshidratadas es más probable que nos duelan horas después de hacer ejercicio. Recuerda: dos vasos antes, dos vasos durante y dos vasos después del deporte son fundamentales.
6. Tomar antiinflamatorios
Nos duelen tanto los músculos que optamos por consumir un medicamento antes de dormir con el fin de calmar los síntomas.
El problema con los antiinflamatorios es que afectan la recuperación muscular. En el caso del ibuprofeno, el más usado, no permite al cuerpo producir las proteínas que precisa para reparar los tejidos.
Te recomendamos leer: 7 alternativas naturales al ibuprofeno
7. No descansar lo suficiente
Los músculos precisan descansar para recuperarse. Si duermes entre 7 y 8 horas seguidas cada noche recargarás tus energías y podrás rendir más en el próximo entrenamiento.
Además, durante el descanso se producen más hormonas de crecimiento (necesarias para el fortalecimiento muscular).
8.Permitirse un aperitivo o una copa
Es probable que al terminar de entrenar te sientas con la necesidad de “regalarte” un placer como una comida o una bebida.
Ese antojo está relacionado a alimentos grasosos o al alcohol. Ir de copas con tus colegas tras el gimnasio no es una buena idea, por ejemplo.
Cualquier bebida alcohólica que ingieras hará que la recuperación muscular sea más lenta y que el cuerpo se deshidrate aún más.
En cuanto al “pica pica” debes saber que también es contraproducente y por ello mejor evitarlo.
Si tienes muchas ganas de un bocadillo posentrenamiento, prefiere algo saludable:
Un puñado de frutos secos
Un licuado de frutas
Un plato pequeño de semillas de girasol.
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